Descubriendo la actividad criminal del universo paralelo de Dark Web

febrero 2020

Mientras la mayoría de nosotros seguimos nuestra rutina diaria en Internet, navegando, comprando y hablando con amigos afines, otros hacen lo mismo, en la web oscura. Si cree que esto suena misterioso e incluso aterrador, está en lo cierto.  Es el lugar donde se reúnen quienes desean permanecer en el anonimato o no ser localizados y, como es de esperar, ese tipo de personas también atrae la atención de los organismos del orden público.

Los sitios de la web oscura tienen el mismo aspecto que los de la «web de superficie», pero suelen albergar actividades delictivas. Sirven de mercado para los opioides, la pedofilia y la trata de personas, la falsificación y el robo de contraseñas. Muchos usuarios de la web oscura prefieren el Bitcoin, que permite comprar con relativo anonimato. Los que no son usuarios de la web oscura normalmente solo oyen hablar de ella en las noticias, cuando los acontecimientos que tienen lugar en ella provocan detenciones o incluso muertes.  Sin embargo, la web oscura está muy presente en las mentes de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, que lamentablemente no siempre son capaces de ver el impacto de las actividades de dicha red hasta que la tragedia golpea a su comunidad.

 

Saltar a la madriguera del conejo

En los primeros tiempos de la web oscura, una plataforma de mercado abierto como Silk Road vendió cientos de millones en bienes y servicios, y las autoridades tardaron años en detenerla. Aunque los mercados ya no operan a esa escala, su reducido tamaño simplemente los hace más difíciles de detectar. Como cualquier mercado donde la demanda es alta, los mercados se abren con regularidad, y a un ritmo mucho más rápido de lo que las autoridades pueden cerrarlos. 

Estos sitios ofrecen un menú de actividades ilegales, desde el robo de credenciales, el ransomware y otros ciberataques hasta la fabricación de bombas y el asesinato por encargo, a menudo con instrucciones de cómo hacerlo para los nuevos participantes. Seguir el rastro de estos sitios, que adoptan cuidadosamente medidas extremas para evitar ser detectados por la policía, es un reto permanente, al que muchos organismos del orden público no pueden hacer frente porque carecen de recursos.    

Difícil, pero no imposible

La web oscura no facilita la vida a quienes la vigilan, pero al mismo tiempo es posible desenterrar sus secretos.  Voyager Labs ofrece a los investigadores de la seguridad pública una plataforma desde la que pueden analizar los mercados de la web oscura e incluso los foros cerrados de forma continua. Para obtener más información sobre cómo Voyager Labs puede ayudarlo a identificar las amenazas de la web oscura, haga clic aquí

 

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